sábado, 22 de enero de 2011

Un pedacito de mi alma...

Una de mis aficciones preferidas es escribir. En este espacio voy a colocar algunos de mis escritos, sobre todo poesías, para los que gusteis de leerlas.Espero que os gusten y disfruteis con su lectur

Voy a comenzar con una poesía que escribí a mi hermana M. Carmen hace unos años. Ella siempre leía mis poesías y las alababa. Le encantaba la facilidad que tenía para hacer una poesía de cualquier cosa. Un día me pidó que le hiciese una a ella. Aqui está:

Tu deseo cumplido.
Me conoces como nadie,
y si a los ojos me miras,
sabes si estoy triste o alegre,
aunque no te lo diga.

Confesora de mis miedos,
de mi vida y mi ilusión,
siempre te he tenido cerca
y hoy te abro mi corazón.

Un día, no hace mucho,
me pediste una poesía,
pues siempre te enseñaba
lo que a otros escribía.

Y tu boca me alababa
los escritos que leías,
y yo, como una tonta,
no escuchaba lo que pedías.

No me daba cuenta, lo siento,
que detrás de aquella sonrisa,
habitaba un gran deseo:
ser tú la protagonista.

He aquí tu deseo cumplido,
esto va dedicado a ti,
y si no fuera por estas líneas,
nunca te podría decir:

Gracias por tus consejos,
que en la vida seas feliz,
y si tropiezas algún día,
yo siempre estaré aquí.

(Poesía dedicada a mi hermana, 22/11/2003).


Esta poesía está dedicada a todos los ancianos del mundo:

No les llaméis viejos.-

Cuántas palabras hermosas
se van a quedar calladas.
Cuantas verdades ocultas
de las que no se sabrá nada.

Dejad que hablen aquellos
a los que nadie les habla.
Oíd también sus silencios
que están llenos de palabras.

Son los mejores maestros
pues la verdadera lección
no está escrita en los libros
se lleva en el corazón.

Y su corazón, aunque cansado,
aún puede ser capaz
de demostrarte, si lo escuchas,
lo que enseña la edad.

Hábleme de aquellos años
que quiero llenarme de entonces
para que no se pierda la historia
y aprender de nuestros mayores.

Cuantas caricias y besos
podrán hacerles falta
a esos que nunca piden
porque nunca les dieron nada.

La experiencia de la vida
la guardan entre sus canas
y sus arrugas son la muestra
de las fatigas pasadas.

No me llores si me hablas
de los que diste la vida,
aquellos que lo fueron todo
ahora te dejan en la lejanía.

No me llores ni te aflijas,
que ya has sufrido bastante:
aquellos años de guerras...,
de trabajos..., y de hambre.

Y que no le llamen viejo
porque tenga muchos años,
que la vida a sido su escuela
llamadles más bien sabios.

Y aunque piensen que no sirven
que ahora nos toca a nosotros
aún necesitamos de ellos,
de su experiencia, que no es poco.

Con esta sencilla poesía
he querido recordar
a esos abuelos y abuelas,
que han dejado en soledad.

Que la vida pasa y pasa,
y yo no quiero ni pensar
que el día de mañana,
por eso tengo que pasar.


Para aquellas que piensan en abortar...
Quien nacer no te pidió.-

Le has negado la vida,
antes que llegara a nacer,
cuando era tan chiquito,
que no se sabía defender.

Lo tenías en tus entrañas,
compartiendo tu calor,
respirando de tu aire,
cobijado en tu interior.

Has arrancado de tu vientre,
la semilla que germinó,
y has permitido que muera,
quien nacer no te pidió.

Luego dicen que las madres,
dan la vida por sus hijos...
¡¡¿cómo es posible que algunas,
los arrojen en un abismo?!!

¡Si hasta las ratas, cuando son madres,
defienden con rabia a sus crías!
¡Tú eres menos que una rata,
eres mala... estás vacía...!

“Aún no existe” – me dices,
entonces, ¿qué matas si no hay vida?
Era el latido de un corazón
que por estar contigo latía.

“Traer hijos al mundo
para hacerlos desgraciados
no es justo ni decente”.-
me dices casi llorando.

La solución hay que tomarla
antes de llegar a concebir
que la que es mujer para eso
ha de serlo para parir.


Una de amor...

Ya estoy cansada de callar que te quiero.-

Ya estoy cansada de callar que te quiero,
y de guardarme mil besos que se mueren en mi boca,
de fingir que no eres más que un amigo,
de pensar en tus manos... y soñar que me tocan...

Y me muero de amor si te veo y me miras,
escondiendo en mi alma todo mi sentimiento,
ahogando en mi garganta, en un quejido, tu nombre...,
y ya no sé hasta cuando podré ocultar lo que siento.

¡Que me falta la vida...! y tú no lo sabes,
que me quedo sin aire cuando cerca te tengo,
es este amor un castigo sin tregua,
y tengo que sonreírte... , y te veo..., ¡y te miento...!

Y me duele esta amistad tan sincera que me entregas,
me hiere porque siento que te estoy traicionando,
porque pienso en amarte como ama una mujer,
y no en quererte, como tú quieres..., ¡como a un hermano!

Ya estoy cansada de callar que te quiero,
y llorar por las noches mientras tú estas durmiendo,
y rezar por el milagro de que llegues a amarme,
y clavar en mi pecho un puñal de silencio.

¡¿Por qué no te hablo?!
¡¿Por qué no te cuento?!
¿Por qué no te explico este sufrimiento?
Y no encuentro razones y a solas me confieso:

Tengo un motivo que me obliga a ocultar este desconsuelo
que me anima a conformarme sin un posible alivio
¡Y es que yo prefiero callar y morirme por dentro
que decirte mi secreto... y no tenerte ni como amigo!


Esta poesía la escribí pensando en un amor para toda la vida. Alguien que se marcha con la promesa de volver... alguien que espera que las promesas se cumplan...

La promesa.-

Se le olvidó que lo esperaba,
después de esperarlo tanto,
se le acostumbró el corazón,
a vivir siempre llorando.

Se le grabó la despedida,
le dijo que se marchaba,
que pronto regresaría,
y que nunca lo olvidara.

Y con un beso en los labios,
se juraron por siempre amor,
y él se marchó con los ojos aguados,
y ella siempre lo esperó.

Y se le fue la juventud,
soñando con que volviera,
y le escribía mil cartas,
y esperaba a que respondiera.

Se empeñó en recordar,
aquel beso que le dio,
y en cumplir su promesa,
de esperar a su amor.

Y cosiendo su ajuar de novia,
se le pasaban los días,
y salía a esperarlo al camino,
cuando la tarde caía.

Y construyó en su cabeza,
de aquella tardanza la explicación,
“Seguro que se ha enfermado
...tal vez se me murió”.

Y la espera se hizo costumbre,
y el amor se volvió tradición,
y de arrugas se llenó su rostro,
y de canas su pelo se cubrió.

Y una de aquellas tardes,
en que al camino salía,
vio aparecer a un hombre viejo,
al que no conocía.

Y se acercó al forastero,
y cuando a los ojos lo miró,
vio que eran los mismos,
a los que tanto tiempo esperó.
Y sin poder contenerse,
a sus brazos se lanzó,
y ni un reproche ,ni un lamento,
le salían del corazón.

“Se me ha pasado la vida ,
buscando hacerte una reina,
...para que nada te faltara,
...para tenerte siempre contenta.

Y hoy tras tantos años,
he decidido volver,
porque nada puedo darte
de lo que tanto busqué.

Más tengo la vida mía,
y antes de llegarla a perder,
tenía que cumplir mi palabra,
de regresar otra vez.

Y besaron de nuevo sus labios,
como jóvenes inexpertos,
y sintieron un sentimiento muy grande,
remaneciendo de su pecho.

Y la vida, a veces justa,
les concedió muchos años,
para que pudieran ofrecerse,
lo que tanto estuvieron esperando.

Y se contaron sus vidas,
y se acompañaron a cada rato,
y a cada instante parecía
que estaban más enamorados.

Y cuando pasó mucho tiempo,
el hombre un día murió,
y ella le dijo al oído:
“Ahora esperáme tú, mi amor”.

Porque la amistad de verdad se escribe con mayúsculas...
A LA AMISTAD

Esta mano que te tiendo,
sólo sirve p´ayudarte,
y jamás se alzará en tu contra,
pues sólo sabe acariciarte.

Y si alguna vez, sin intención,
mi mano quisiera dañarte,
yo misma la cortaría,
antes que pudiera tocarte.

Estas palabras que te ofrezco,
sólo sirven p´animarte,
que hacia ti una ofensa mía,
jamás podría pronunciarse.

Y si alguna vez, sin intención,
mi palabra quisiera insultarte,
yo misma la ahogaría,
en un susurro que no se escuchase.

Este cariño que hacia ti siento,
me anima a cada instante,
porque sé que tengo una amiga,
¡y eso es algo muy grande!

Esta amistad que compartimos,
es para mi tan importante,
que castigaría a mi pensamiento,
si de ti quisiera olvidarse.

Y pondría tu nombre en mi mente,
escrito en letras muy grandes,
porque pá mi tu eres mi hermana...,
... aunque no lleves mi sangre.


Siempre se me dio mejor escribir que hablar... tal vez a alguien le haya pasado lo mismo...
Lo mío no es la palabra.-

Lo mío no es la palabra que se grita al cielo
lo mío es callar por dentro mis sentimientos
y aunque nunca te diga cuánto te quiero
las cosas se demuestran, las palabras se las lleva el viento.

Lo mío no es la palabra es el tintero
que aunque mi boca no diga lo que yo siento
para cada poema que escribo en ti pienso
que vivo para quererte y si me faltas me muero.

Lo mío son esas letras que nacen del interior
que demuestran el alma poeta de quien conoce el amor
y aunque no me atreva a decirte lo que guardo en mi corazón
al menos con este grito escrito te llegará mi voz.

Que lo mío es gritar desde unos versos limpios
para que nunca se borre mi declaración
que las palabras no se han creado para que se exprese el corazón
que las palabras sólo trasmiten lo que dice la razón
los sentimientos del alma tienen su propio lenguaje
que hay quien dice te quiero y sólo está engañándote
que quien te lo dice de verdad y en verdad es sincero
no necesita la voz para decirte te quiero.

Lo mío no es la palabra es el silencio
y en silencio guardo de tu boca mil secretos
que lo mío no es la palabra que se lleva el viento
yo escribo lo que te quiero y en cuanto puedo te lo demuestro.

Esta poesía no debería haberla escrito nunca por no haber tenido fundamento para ello. Desgraciadamente el maltrato a la mujer es noticia a diario...
Donde el corazón no se maltrata.-

Tienes mil razones para gritarle
y, sin embargo, te callas.

Y bajas tu mirada..., silenciosa,
y te guardas dentro tus palabras.

Y el que grita es él,
que tú eres sólo su criada,
el que dice que tiene derechos
porque trae el dinero a casa.

Tú..., sólo te callas,
porque  para él ya no eres nada...

Si supiera, ese que a voces habla,
que, lo más valioso, lo espera en su casa
con la mesa puesta...,
con el miedo dibujado en la cara.

Tienes mil razones para odiarle
y, sin embargo, lo amas.

Y guardas el secreto muy adentro,
y disfrazas tu amor..., pero te engañas.

Piensas que sin él estás perdida,
piensas darle tiempo, a ver si cambia,
ya ni te acuerdas de sus besos,
porque ya caricias no regala.

Ahora cuando sus manos te tocan
es parar herir..., ¡te maltrata!

Tengo mil razones para escribirte
esta poesía, que me nace del alma.
Mil te quieros que regalarte,
ante una vida que se desarma.

Tienes que ser valiente, y tener coraje,
y cerrarle la puerta..., y hasta tu alma,
a ese que no te quiere, que te arruina,
demuéstrale que la mano no se levanta.

Hazle saber que las heridas las borra el tiempo,
pero las palabras..., se quedan grabadas.

Tengo mil razones para pedirte
que luches por una vida valorada,
cierra los recuerdos del ayer
y construye un presente de esperanza.

Cuenta con aquellos que te apoyan,
y que no te de miedo dejar tu casa,
que tu hogar estará siempre allí...,
donde el corazón no se maltrata.

viernes, 14 de enero de 2011

Mi porche en Enero

Este es el porche de acceso a mi casa. Si me acompañais os lo muestro...
Al fondo mi Luna.






Os muestro algunos detalles:








Mi handerbergia a punto de florecer:



Al plumbago, podado de hace un mes, sigue de momento latente; pronto despertará.


 Este macetero, junto con el otro igual a este, han sido regalos de los Reyes Magos este año. He decidido llenarlo de cactus y crasas, pero aún me quedan algunos huequitos que tengo que rellenar.



                     








Gracias por acompañarme en la visita. Hasta pronto!!

Mi terraza en Enero

Aquí os muestro mi terraza. Está situada en el piso superior, y tiene acceso por el dormitorio principal.


Es el lugar más resguardado, y en la mitad de ella da el sol durante toda la mañana. Por eso aquí sitúo las macetas que necesitan estos requisitos ambientales.









Los rosales los tengo pelados. Es momento de poda y estaban muy perjudicados.


Espero que os haya gustado!

Mi patio en Enero



A continuación os muestro mi patio en el mes de Enero. Como veis apenas hay flores, y las plantas se ven despobladas, producto de las podas invernales.



Aquí algunos detalles:





Esas schfleras que se ven a la izquierda son esquejes de la que tengo en el porche, una grande que podé ayer y me dio lástima tirar los restos de la poda.
Esta es mi clivia, un regalo de mi abuela, este será el primera año que la vea florecer.




Las fuchsias están paradas, después del nefasto verano, y los fríos de este invierno quieren empezar a vivir otra vez:



Estos son trocitos de plantas que me traje de Badajoz, en mi visita en Navidad. Veremos si echan "pálante".

 Y la ventana de mis esquejes de fuchsia. Ese lugar les gusta, tienen mucha luz y están protegidos de viento y frío.

jueves, 6 de enero de 2011

Fuchsias 2010

Hace un par de años quedé cautivada por unas flores que me parecieron una de las más bellas que existen. Siempre había conocido está planta como "aretillos", y sólo había visto la variedad simple, una flor sencilla en colores fuchsia y lila, que no por ello dejaba de ser hermosa.
Gracias a la generosidad de una de las fuchsieras con más realengo de España, Rocío Bermejo, y a quien siempre estaré agradecida por su contribución, pues sin ella nunca hubiera conocido de verdad esta preciosa planta, comencé mi aficción. Cuando Rocío me envió los esquejes, me costó mucho sacarlos adelante, no sé si fue la inexperiencia, el mes poco propicio para arraigos(diciembre)... pero con mucha paciencia y tesón, un mes y medio más tarde tenía esto delante de mí:
Y a partir de ahí, esas pequeñas plantitas confomaron un colección increíble que me ha dado muchas satisfacciones a lo largo de toda la primavera y el verano.
Mirad como estaban a primeros de abril:




El crecimiento era asombroso...Así estaban cuando llegó mayo:



Y, ensimismada en ver su crecimiento, me inundaron de flores al mes siguiente: